>Jesús
respondió: "¿No han leído ustedes que el Creador, desde el principio,
los hizo varón y mujer; y que dijo: Por eso, el hombre dejará a su padre
y a su madre para unirse a su mujer, y los dos no serán sino una sola
carne?
De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Que el hombre no
separe lo que Dios ha unido".<
(Mt 19,4-6)
Nuestro
cónyuge es pues, parte de nosotros mismos, viviremos juntos toda nuestra vida
compartiendo no solamente la procreación de los hijos sino todo su
mantenimiento, formación y educación. Compartiremos también día a día todos
nuestros proyectos y decisiones, viviremos juntos las dificultades que se
presenten, sentiremos juntos las alegrías y tristezas que tengamos y
aprenderemos a resolver los múltiples problemas que se nos vayan presentado en
la vida incluyendo las diferencias y discusiones entre nosotros mismos.
La
unión es tan íntima y duradera que muy bien se puede aplicar la frase: “Mi
felicidad depende de la felicidad de mi cónyuge”
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Medite
y responda las siguientes preguntas individualmente y, después de leer las
respuestas de su cónyuge, mediten juntos y tomen las acciones que crean ambos
que permitan conocer más la importancia de la pareja.
• ¿En tu relación de pareja,
consideras siempre la importancia que tiene tu cónyuge para tí? ¿Porqué?
• ¿Te gustaría conocer más sobre la
importancia de los cónyuges para la familia? ¿Porqué?
• ¿Estás dispuesto a profundizar en
la forma en que estás llevando la unión íntima y continua con tu pareja?
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