Dentro
del plan de salvación del hombre, Dios se manifiesta al mundo por propia
iniciativa, de manera que la claridad que de ahí proviene, la palabra que se
recibe, la dirección que se marca, el plano que se funda y la existencia que de
ahí depende, es esencialmente independiente frente al mundo.
Con
esto se fija la verdad sobre la misión del varón y la mujer que como pareja
forma una comunidad de amor, una asociación de esfuerzos, donde cada quien
aporta algo, para lograr entre los dos, lo que uno sólo no puede: Su
realización, su plenitud, su felicidad.
La
máxima necesidad del ser humano, varón y mujer es AMAR Y SER AMADOS.
Para esto hemos sido creados por Dios, que es Amor, llamados algunos para al
matrimonio, para vivir en paz. Sólos y aislados, sin alguien que nos quiera no
podemos ser felices cuando tenemos la vocación al matrimonio.
Sin
embargo, esta comunidad de vida conyugal, nace de la obediencia al llamado o
vocación a la vida conyugal. Obediencia que nace solamente con la manifestación
de una decisión LIBRE de dos personas de querer compartir la vida, con
la RESPONSABILIDAD de asumir las consecuencias de las decisiones que se
toman a lo largo de este camino, desde el inicio, al pronunciar la promesa que
se hace el uno al otro, cuando se suministran el Sacramento del Matrimonio:
"YO,
? TE ACEPTO A TÍ, ? COMO MI ESPOSO(A) Y PROMETO SERTE FIEL EN LO
PRÓSPERO Y EN LO ADVERSO EN LA SALUD Y EN LA ENFERMEDAD, AMARTE Y RESPETARTE
TODOS LOS DÍAS DE MI VIDA".
De
estas palabras que fueron pronunciadas el día de la boda, frente al Testigo
Oficial de la Iglesia (Sacerdote) y la comunidad que los acompañó a la
celebración Eucarística en la cual se ministraron el Sacramento del Matrimonio,
fue donde ustedes invitaron a Dios a vivir en su proyecto de vida matrimonial,
como el plano fundante de esa relación en común.
Alcanzar
la madurez y realización del varón y de la mujer en la relación conyugal,
aferrándose sólo a las cosas del mundo secular, hace sinuosa la tarea de
cimentar los valores en la futura familia cristiana, en razón de que los
deberes de la pareja actualmente, tanto profesionales como personales se
desdibujan rápidamente por el egoísmo camuflado de muchas caras que la
modernidad presenta tentadoramente.
La
pareja humana, hombre y mujer, creados como polos de una realidad sobrenatural
con la semilla germinal de la cocreación natural de engendrar vida humana, es
el sagrado misterio de existencia del hombre por voluntad de Dios. Responsables
de la formación de personas en y con conciencia de la dignidad humana que los
asemeja a su Creador.
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Medite
y responda las siguientes preguntas individualmente y, después de leer las
respuestas de su cónyuge, mediten juntos y tomen las acciones que crean ambos
que permitan conocer más el plan de Dios.
• ¿Tu relación con Dios es buena,
regular o mala? ¿Porqué?
• ¿Te gustaría conocer más sobre el
Plan de Dios para el matrimonio? ¿Porqué?
• ¿Estás dispuesto a profundizar en
la promesa matrimonial que se hace en el Sacramento Matrimonial con tu pareja?
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